domingo, 18 de julio de 2021

Traditionis Custodes: Indicaciones prácticas para sacerdotes diocesanos y obispos.

 Ante las importantes contradicciones y errores canónicos del Motu Proprio "Traditores Traditionis Custodes" damos algunas indicaciones que serán útiles sobre todo para sacerdotes diocesanos y obispos.

Para obispos:
  1. El nuevo motu proprio prohíbe (art.3) la celebración de la misa de siempre en parroquias ya establecidas, la creación de nuevos grupos, y la creación de nuevas parroquias personales, pero no impide en ninguno de sus puntos el establecimiento de otros lugares de celebración como capillas y oratorios públicos
  2. El motu proprio sólo prohíbe expresamente el uso de la edición del misale de 1962 cuando el sacerdote no tiene permiso expreso. No obliga a celebrar con el novus ordo ni prohíbe el uso de los demás libros litúrgicos vigentes en 1962 (pontifical, sacramentarios, rituale...).
  3. Recuerde que el sacerdote designado para celebrar la misa tradicional debe tener un espíritu eclesial y encargarse de la atención espiritual y pastoral de los fieles (art. 3 §4). Esto incluye la celebración de todos los sacramentos.
Para sacerdotes:
  1. En principio, solicite autorización de su ordinario para celebrar con el misal de 1962. 
  2. Si no obtiene la autorización de su ordinario, recuerde que, no obstante, la enseñanza perenne de la Santa Iglesia le da libertad para celebrar con dicho misal.
  3. Si tiene escrúpulo o problemas con su ordinario, celebre libremente con la edición del misal de 1933, 1939, o cualquier otra anterior a 1962
  4. Si lo desea, como muestra de adhesión al magisterio conciliar, celebre la Misa del Concilio de manera pública. La misa del concilio es aquella que sigue las disposiciones litúrgicas del Concilio Ecuménico Vaticano II al pie de la letra. (básicamente los textos litúrgicos de 1962, con un solo confiteor y un solo Domine non sum dignus, y obedeciendo el resto de las rúbricas, con participación activa de los fieles en las respuestas de la misa y en el canto del ordinario, y las lecturas y evangelio proclamados en lengua vernácula. Si es ignorante del latín celebre esto mismo en lengua vernácula).
  5. Cuando celebre con el misal ordinario, hágalo con verdadero espíritu litúrgico, siguiendo las rúbricas al pie de la letra (recuerde que la misa es ad orientem), y añadiendo las rúbricas del misal anterior en los sitios donde no hay contradicción, siguiendo el espíritu de Benedicto XVI. Puede hacerlo en latín.
Para Laicos: fuego a discreción.